Aquí podemos ver la extensión que ocupaban los encinares en España en tiempos de los celtiberos. Los aqueos , la familia más antigua de las familias griegas celebraban, según Tito Livio, bajo una encina sus reuniones comunales en las que se tomaban las decisiones más importantes. La encina , según los griegos, era símbolo de justicia y de fuerza.
El bosque fue el templo más antiguo para muchos pueblos ; el primer lugar destinado al culto de divinidades. Cuando posteriormente se conbstruyeron templos, alrededor se plantaban bosques, en los que se celebraban fesrividades y actos importantes. El carácter sagrado de los bosques permitia que los perseguidos por la justiucia acudieran a refugiarse en ellos pidiendo asilo.
Los Druidas ( ver fotografia anterior ) » hombres de la encina » fueron los sacerdotes celtas acreditados en la Galia y en la Britania. Eran poseedores de los conocimientos que iban desde la predicción, sanación y astronomía hasta las funciones de maestros y jueces. Fueron personas de gran poder e influencia y líderes religiosos de los clanes celtas. Nunca fueron una casta hereditaria dado que cualquiera podia iniciarse como druida.
Para los druidas celtas su templo para la transformación estaba en la Naturaleza donde las montañas, los rios y los valles se vuelven sagrados; y como rito iniciático el druida se apoya en la simbología sagrada de la encina y se conecta a través de ella con los ritmos biológicos vegetales. La palabra druida viene de » DER » que quiere decir » roble o encina » pues este árbol canaliza , según los druidas, una energía que les permite transformarse ( ver fotografia ). Según los griegos suponian que las encinas estaban habiatadas por los druidas ( drys en griego significa encina ).
En este proceso de transformación los druidas atravesaban tres grados, el primero era el de BARDOS, aquellos que tienen la inteligencia de saber vivir, de saber callarse y de saber hablar cuando hace falta ( otra versión de los tres manos :; no ver, no oir y no hablar ); el segundo grado era el OVATE que viene de » ovide » = serpiente ( el máa astuto y sabio de los reptiles), por lo que ya tenia la posibilidad de enseñar a la juventud, de dar esperanza y ánimo. Actuaban como catalizadores entre el mundo subterráneo y el m mundo aéreo del pensamiento. Y el tercer grado era el DRUIDA, maestro, juez y jefe religioso.
DODONA es un lugar que se encuentra a 80 km. al este de la isla de Corfú, en la región de Epiro, al pie del monte Tomaros ( 2.000m. de altitud ) , cerca de la actual frontera entre Grecia y Albania. El oráculo de Dodona es el más antiguo y célebre junto a los de Delfos y Amón. Este santuario dedicado al dios Zeus se precticaba la adivinación. » de la encina debes apartarte cuando amnenaza una tormenta « dice el refranero, pues dicho santuario consagrado a Zeus, dios del rayo ,trueno y del cielo, comunicaba su voluntad a los sacerdotes ( oráculos de Dodona ) en el rumor de las hojas de la encina sagrada.
Según cuentra Homero en » La Iliada » Ulises pidió un consejo al follaje del dios del oráculo ( Zeus ) en Dodona para poder regresar sano y salvo a su tierra de Ítaca. » dijo que ( Ulises ) fue a Dodona para aprender del gran Roble – Encina la voluntad de Zeus y para saber como entraría en la tierra de Ítaca «.
En el centro del santuario de Dodona se hallaba el árbol sagrado, el gran roble-encina de Zeus que hacia las veces de palomar ( ver fotografias anteriores ). Las señales que los sacerdotes y sacerdotisas debían interpretar venian del grito de las palomas, el rumor de las hojas de la encina y los ecos sonoros que el viento conseguia al hacer golpear unas cadenas emplazadas allí sobre unos calderos.
En la Antigua Roma , a orillas del lago NEMI, estaba un encinar consagrado a Júpiter ( Zeus) gobernado por un rey del bosque, y las coronas de hojas de encina eran el distinmtivo de los gobernantes de la antigua Italia, mucho antes que los héroes lo fueran con hojas de laurel.
Entre los germanos , donde a menudo las encinas cubrian con su sombra los anfiteatros donde se celebraban los » things » , estaban consagradas al dios del trueno y del rayo THOR/DONAR. Y durante el romanticismo fue la encina símbolo de fuerza inquebrantable por lo que las hojas de encina en la época nacionalsocialista ( Hitler ) una condecoración.